I. 01. Nacimiento

Cerca de la casa de Jagannatha Misra, el padre del Gran Maestro Sri Caitanya, vivía una familia de devotos. Sri Madhava Misra y Sri Ratnavati Devi eran muy amigos de la familia del Gran Maestro y Ratnavati trataba a Saci-devi como su hermana mayor.

 

Esa pareja de devotos dio nacimiento a Gadai, el Señor Gadadhara Pandita, quien era apenas un año más joven que el Gran Maestro, y siempre jugaba con Él en su niñez.

 

En diferentes fuentes se describen los posibles lugares de nacimiento de Gadadhara Pandita. Algunos dicen que fue en la villa de Beliti, otros dicen que fue en Sri Hatta, también conocida como Chittagong. Sri Gadadhara Pandita apareció en el año 1486, en el mes de Vaishaka, en el día de Amavasya Tithi, la Luna Nueva.

 

Su hermano menor se llamaba Vaninatha. Gadadhara Pandita era miembro del clan brahmana Varendra y Kashyapa Gotra. A los 13 años de edad fue a vivir en la casa de su tío materno, en Navadvipa, cerca de la casa de Jagannatha Misra. Gadadhara Pandita permaneció brahmacari por toda su vida.

I. 02. Su niñez

El tiempo que Isvara Puri pasó en Navadvipa, él enseñó el Krsna Lilamrta al pequeño Gadai, quien era muy serio en sus estudios. El joven Nimai era más juguetón, y le hacía chistes a Gadadhara Pandita, quien no quería ser disturbado en sus estudios. En ese hermoso lila, Gadadhara Pandita evitaba al Gran Maestro. Él necesitaba mantenerlo alejado, debido a sus chistes. A la vez, eso también le causaba gran separación y por eso Gadadhara Pandita vivía un gran dilema.

Los dos niños atendían las clases en la escuela de Ganga Dasa. En una ocasión, el Gran Maestro se encontró con Gadadhara Pandita. El Señor tomó ambas las manos de Gadadhara y dijo:

“Escuché tu estudio de lógica, y debes responder Mis preguntas antes de irte.”

Gadadhara Pandita aceptó y el Señor comenzó:

“Dime los síntomas de la liberación”.

Gadadhara contestó de acuerdo al conocimiento que había obtenido en los libros, pero el Señor le dijo:

“Tus respuestas no superan el estándar”

Gadadhara insistió:

“De acuerdo a las escrituras, la liberación viene únicamente después de eliminar el sufrimiento extremo”.

Nimai Pandita, el Señor de Sarasvati Devi, la diosa del conocimiento, apuntó las discrepancias desde varios ángulos de las explicaciones de Gadadhara Pandita. No había quien pudiera vencerlo, nadie que pudiera ganar un debate con Él.

“Gadadhara vete a casa hoy, pero, mañana nos encontraremos de nuevo y tendrás otra oportunidad”, dijo Nimai. Sin embargo, sólo pensaba en huir de la asociación de Nimai. Ofreció sus respetos a Nimai y se fue lo más rápido que pudo.

I. 03. Siempre juguetones

Desde Su niñez, los dos señores, Sri Sri Gaura Gadadhara, siempre han jugado juntos. También cuando adultos les gustaba jugar. Así que una vez, mientras Svarupa Damodara cantaba los pasatiempos en que Radha y Krsna jugaban dados, Srivasa Pandita trajo unos dados al Gran Maestro. Con gran alegría, Sri Caitanya y Gadadhara Pandita jugaron diversos juegos de dados, sumergidos en Su Vraja Bhava.

I. 04. El éxtasis de Gaura Gadadhara

Cuando el Gran Maestro regresó de Gaya, con su humor de amor por Dios muy intenso, Gadadhara Pandita se llenó del mismo éxtasis. Para él, desde ese entonces, se volvió insoportable estar lejos del Gran Maestro, aunque fuera por una hora. Una vez, cuando Sri Caitanya estaba muy disturbado y preguntaba dónde está Syamasundara; Gadadhara Pandita gentilmente le contestó que Krsna estaba siempre dentro del corazón del Gran Maestro, Sri Caitanya. Cuando escuchó eso, el Gran Maestro Sri Caitanya empezó a pegar Su pecho, lloraba, estaba como loco, y Gadadhara Pandita tuvo que amarrar Sus manos. Sri Caitanya gritaba:

 

Deja mis manos, quiero matarme. Si Krsna no me da Su gracia, no tengo por qué vivir”.

 

Pero Gadadhara Pandita lo apaciguó diciendo que por supuesto Sri Krsna le iba a conceder Su darshan. Sacimata, quien observaba la escena, le dijo a Gadadhara:

“Usted tiene que estar siempre cerca de mi hijo, para protegerlo, y de esa manera yo estaré tranquila”.

 

En la baranda de Suklambhara Brahmacari

 

Una vez, mientras el Gran Maestro predicaba en la baranda de la casa de Suklambhara Brahmacari, Gadadhara Pandita estaba adentro de la casa, en una habitación. Afuera, el Gran Maestro inundaba a todos en un océano de éxtasis. Gadadhara Pandita, al escuchar el tumulto de amor que vivían los devotos, empezó a llorar profusamente. Sri Caitanya escuchó su llanto y preguntó:

 

“¿Quién está llorando?”.

 

Suklambara contestó:

 

“Es Gadadhara”.

 

El Gran Maestro inmediatamente se paró y fue adonde Gadadhara, a quien abrazó con amor intenso.

 

Los recuerdos de los pasatiempos de Vrndavana

 

Mientras deambulaba por las orillas del Ganga, el Gran Maestro se sentó en un bosque absorto en los recuerdos de los pasatiempos de Vrndavana. Mukunda Datta empezó a cantar canciones del purva-raga y Gadadhara recogió flores, con las cuales hizo una bella guirnalda para el hermoso cuello de Sri Caitanya. La atmósfera era muy dulce. Advaita Acarya hizo el arati para el Gran Maestro Sri Caitanya, Srivasa Pandita lo decoraba con flores, Narahari abanicaba al Gran maestro con el chamara, y Suklambhara le ofrecía pasta de sándalo.

 

Gadadhara acompañó a Sri Caitanya

 

Cuando el Señor Caitanya fue a vivir en Jagannatha Puri, Gadadhara Pandita lo acompañó. Allí él se dedicó al servicio de la deidad de Gopinatha. El Gran Maestro siempre le visitaba y los dos disfrutaban el gran éxtasis del amor por Dios. Pero cuando el Gran Maestro se fue a Vrndavana, la separación que Gadadhara sintió no conocía límites.

 

El volcánico amor por Krsna

 

Al día siguiente, todos acudieron a la casa de Suklambara Brahmacari. Como lo había prometido, Nimai también asistió y dijo a Sus amigos:

 

“Encontré al Señor de Mi vida, Krsna; pero nuevamente le he perdido”.

 

Después de expresarse así, Él fue desbordado una vez más por los sentimientos de amor divino en separación y exclamó:

 

“¡Oh Krsna! ¡Oh Mi Señor! ¿Dónde estás? ¡Oh Mi Krsna! ¡Oh Mi dulce Señor! ¿Cómo habré de encontrarte otra vez?”

 

Los devotos quedaron emocionalmente atónitos ante el volcánico amor por Krsna que emanaba de Nimai. Cuando volvió a la normalidad casi por completo, le preguntó a Suklambara Brahmacari quiénes se encontraban en la casa. Al enterarse de que Gadadhara Pandita estaba allí, se dirigió a él como sigue:

 

“¡Mi querido Gadadhara! Eres muy afortunado porque desde la niñez has estado totalmente consagrado a Krsna, mientras que Yo sólo he malgastado Mi vida”.

 

Nimai se desplomó y comenzó a rodar por el suelo, recuperando el sentido y perdiéndolo una y otra vez. Cayó al suelo tan pesadamente y tantas veces, que Sus amigos pensaron que sólo un poder divino le estaba salvaguardando. Más tarde, Nimai se levantó e imploró a Sus amigos que le ayudaran a encontrar a Krsna, el hijo de Nanda, el pastor de vacas. Después que Nimai abandonó la casa de Suklambara, Sus amigos rápidamente difundieron las nuevas de Sus actividades y conversaciones. Todos los devotos se sintieron felices en grado sumo, porque bajo la guía de Advaita Acarya habían esperado pacientemente a su Salvador. A veces Advaita Acarya, a gritos, demandaba de los cielos una respuesta a sus oraciones.

 

Escuchando los versos

 

Un día, mientras impartía Sus clases, Nimai repentinamente escuchó a un vecino y amigo de Su padre, de nombre Ratnagarbha Acarya, recitar un verso. De inmediato cayó en un éxtasis divino de amor y comenzó a rodar por el suelo. Una y otra vez le pedía a Ratnagarbha Acarya que continuara leyendo. Las lágrimas manaban de Sus ojos humedeciendo la tierra, Su cuerpo temblaba y Sus vellos se erizaron. No obstante, Gadadhara Pandita impidió que Ratnagarbha continuara leyendo los versos. Cuando Nimai recuperó la normalidad, preguntó a todos:

 

“¿Qué hice? ¿Qué sucedió?”

 

Los devotos contestaron con evasivas, y junto a Él se dirigieron al Ganges para darse un baño.

 

El canto de Advaita Acarya

 

Cierta vez, Nimai y Gadadhara Pandita fueron a ver a Advaita Acarya. A su llegada, encontraron a Advaita Acarya cantando en alta voz los dulces santos nombres de Krsna. Al escuchar el sagrado canto, Nimai de inmediato cayó en un éxtasis amoroso. Advaita Acarya le reconoció al instante como el eterno Señor y el Maestro Supremo, y comenzó a cantar este maravilloso verso del sagrado Visnu Purana:

 

“Una y otra vez ofrezco mis reverencias al Supremo Señor Krsna, quien es sumamente querido y perennemente adorado por los devotos más excelsos. Él siempre se ocupa intensamente de proteger a las vacas sagradas, a los devotos y al universo entero. Muy magnánimamente, Él da placer a todos”.

 

Después de recitar este verso, Advaita Acarya derramó lágrimas de gozo y amor, y ofreció sus reverencias a Nimai, quien era mucho más joven que él. Gadadhara Pandita protestó en tono amoroso, pero Advaita Acarya dijo:

 

“¡Mi querido Gadadhara, en pocos días seguramente conocerás la verdadera identidad de este joven!”

 

Mientras tanto, Nimai volvió a la normalidad y se postró ante Advaita Acarya implorando sus bendiciones. Advaita Acarya contestó:

 

Todos los devotos están ansiosos por conocerte, y junto a Ti dar inicio al canto de los santos nombres de Krsna en congregación”.

 

En la casa de Srivasa Pandita

 

Cierta vez, en la casa de Srivasa Pandita, Nimai Se sentó en el trono de Visnu durante más de veintiún horas y habló a muchos hombres y mujeres de la manera más natural.

 

En aquella ocasión, una extraordinaria refulgencia nunca vista emanaba de Su cuerpo dorado, iluminando toda la casa.

 

Después de Su éxtasis, el resplandor permaneció en la casa durante más de dos semanas. Era placenteramente refrescante como el de numerosas lunas que refulgen simultáneamente, y a la vez, ardiente como el calor que irradian muchos soles.

Antes del baño ritual, Gadadhara Pandita, el devoto exclusivo de Nimai, ungió Su sagrado cuerpo con pasta de sándalo y aceites fragantes. También adornó Su cuerpo dorado con guirnaldas y otras decoraciones florales. Nityananda Prabhu sostuvo una sombrilla sobre la cabeza de Nimai, mientras Narahari le abanicaba con una Chamara, un abanico hecho de cola de yak. El rostro sonriente de Nimai relucía lleno de compasión, derramando una lluvia de amor sobre todos los que presenciaban la ceremonia. Cuando miraba a alguien, Sus ojos rebosaban con tal amor y compasión, que esa persona inmediatamente sentía Su abrazo en el corazón. Ante la presencia de Nimai todos experimentaban un océano de gozo.

 

La Medicina que proporciona alivio

 

Cierto día, mientras se encontraba con Sus seguidores, Nimai dijo:

 

“Yo vine a dar la medicina que proporciona el más grande alivio, pero la enfermedad se ha vuelto todavía más aguda”.

 

Al decir esto, Nimai rió a carcajadas. Nityananda Prabhu fue el único que pudo comprender el significado de Sus palabras. Llevando aparte a Nityananda Prabhu, Nimai le dijo:

 

“Yo vine para librar de la condena incluso a los más bajos entre los hombres, pero si incurren en ofensas en Mi contra, no habrá esperanzas de que ellos se eleven. Mañana rasuraré Mi cabeza y Me convertiré en un monje. Mendigaré a las puertas de aquellos que quisieron insultarme. Ellos caerán tendidos a Mis pies, y sólo así podré salvarlos por completo. A un monje se le respeta universalmente y nadie lo insulta. Si tú quieres liberar a los hombres de este mundo, no trates de impedírmelo. No te aflijas, porque tú conoces la razón de Mi nacimiento”.

Nityananda Prabhu sabía que era inevitable que Nimai aceptara los hábitos de un monje. Apesadumbrado, guardó silencio. Sabía que no podía desviar de la mente de Nimai esa determinación, pero pensando en Su madre Saci-devi, Nityananda Prabhu comenzó a llorar.

 

Nimai se dirigió entonces a la casa de Mukunda y le comunicó Su decisión. Como Su amigo y seguidor, Mukunda le rogó a Nimai permanecer un poco más entre ellos y continuar con Su grupo de Sankirtana. Sin embargo, había llegado el momento de distribuir generosamente el amor por Dios y el canto de los santos nombres de Krsna en congregación en todos los rincones. Nimai permaneció firme y fuerte en Su determinación. Luego visitó a Gadadhara Pandita y le dio las nuevas. Gadadhara protestó:

 

“No tienes necesidad de convertirte en monje cuando existen tantos devotos que son padres de familia”.

 

Ninguno de los devotos a quienes Nimai reveló Su decisión, pudieron influir en Él en lo más mínimo. De todos modos, Él les consoló diciendo que jamás abandonaría su compañía y que siempre tendrían la oportunidad de ir a reunirse con Él.

 

Su Partida

 

El día antes de Su partida, le informó a Nityananda que al día siguiente iría a Katwa y recibiría iniciación de Kesava Bharati. Sólo cinco personas conocían Su decisión: Saci-devi, Gadadhara Pandita, Brahmananda, Candrasekhara y Mukunda. Nimai pasó esa mañana haciendo Sankirtana con los devotos. Tomó Sus alimentos al mediodía como de costumbre, y en la tarde visitó el Ganges. Allí se postró ante el sagrado río y luego se sentó en sus orillas sumido en profunda reflexión. Cuando regresó a casa, pasó el resto de la noche conversando placenteramente con los devotos. Ninguno sospechaba que esa sería Su última noche en Navadvipa como Nimai. Los devotos le trajeron encantadoras guirnaldas que más tarde Él repartió entre ellos. Luego les pidió cantar siempre los santos nombres de Krsna, y que no hicieran nada sin antes invocar el auspicioso y poderoso nombre de Krsna. Cuando los devotos ya se disponían a partir hacia sus hogares, llegó Sridhara, el vendedor de vegetales, con una calabaza. Nimai enseguida le pidió a Su madre que la cocinara, porque un regalo del humilde Sridhara no debía ser rechazado ni siquiera indirectamente. Más tarde, otro devoto trajo un poco de leche. Nimai rió por la coincidencia y le pidió a Su madre que cocinara la calabaza en leche dulce.

 

Temprano una mañana en el año 1510, a la edad de veinticuatro años, Nimai abandonó Su hogar mientras Su esposa dormía. Saci-devi pasó toda la noche llorando y lamentándose. Nimai recogió los artículos que necesitaría y se dispuso a partir hacia Katwa. Gadadhara Pandita y Hari-dasa querían acompañarle, pero finalmente Él escogió a Nityananda Prabhu, a Candrasekhara y a Mukunda, para que le acompañaran. Cuando Nimai salía, Saci-devi estaba sentada en la puerta, llorando. Él afectuosamente tomó la mano de Su madre entre las Suyas y le dijo:

 

“Madre, tú me has criado y educado. Siempre procuraste mi bienestar sin pensar en ti ni siquiera por un momento. Lo que tú has hecho por Mí, Yo no podría retribuirlo ni en millones de nacimientos. Así pues, permaneceré por siempre endeudado contigo. Es la voluntad del Señor y nadie tiene el poder de ser independiente, porque Su dulce voluntad es la que nos une y nos separa, ¿Quién podría sondear la profundidad y la fuerza de Su omnipotente voluntad? No importa mucho que Yo me vaya hoy o dentro de diez días. En ésta y en tus próximas vidas, Yo seré responsable de ti”.

 

Luego, Nimai abrazó a Su madre y le aseguró una y otra vez:

 

“Seré responsable de ti eternamente”.

 

Ambos se abrazaron y lloraron durante algún tiempo. Después de recoger el sagrado polvo de los pies de Su madre, Nimai caminó con reverencia a su alrededor, y luego partió hacia Katwa.

 

El sentimiento de Separación

 

El Gran Maestro Sri Caitanya iba acompañado de Nityananda Prabhu, Gadadhara Pandita, Damodara Pandita, Brahmananda, Mukunda y Jagadananda. Tan pronto como partió hacia Puri-dhama, todos los devotos, amigos y familiares de Sri Caitanya, sumidos en el más lacerante dolor, lloraron amargamente, experimentando el más profundo sentimiento de separación. Sus corazones se hicieron añicos. Sin embargo, las palabras, los pensamientos, y el dulce recuerdo de su bello y dorado Nimai, quedaron grabados en lo más profundo de sus corazones. Los clamores por causa de la separación se elevaron pesadamente por doquier, pero Sri Caitanya pronto desapareció de su vista. Llorando y sollozando continuamente, Advaita Acarya siguió a Sri Caitanya un largo trecho por el sendero que conducía a Puri. Sri Caitanya se volvió hacia él y le imploró con las manos juntas: “¡Debes regresar e intentar darle consuelo a Mi madre! ¡Debes cuidar del Sankirtana, el canto de los santos nombres en congregación! ¡Si tú también lloras y me afliges, será mi desgracia!” Entonces abrazó a Advaita Acarya y continuó su travesía hacia Puri.

I. 05. La adoración al señor

El Gran Maestro Sri Caitanya había ocultado su verdadera naturaleza por mucho tiempo. Sri Advaita Acarya quería mostrar al mundo quien era el Señor, y por eso preparó una ceremonia de adoración. Sri Advaita empezó a ofrecer inciensos y flores a los pies del Gran maestro. Derramando lagrimas, Advaita cantaba repetidamente un verso:

 

“Usted es el bien queriente de las vacas y de los Brahmanas.”

 

Sri Gadadhara, quien asistía a la ceremonia, habló con Advaita de manera respetosa:

 

“Usted no debe adorar a alguien que es mucho más joven que usted.”

Sri Advaita le contestó:

 

“Gadadhara, ¿Cuánto tiempo usted va a tardar para ver al Gran Maestro como la Suprema Personalidad de Dios?”

 

Al escuchar esas palabras de Advaita, Gadadhara percibió su error y reconoció al Gran Maestro como el Supremo Señor. En ese momento, Sri Caitanya regresó de Su trance y vio que Advaita lo estaba adorando. Él, entonces, tocando los pies de Advaita comenzó a glorificarlo.

 

Advaita le dijo al Gran Maestro:

 

“Mi Señor, para mí, Usted es superior a cualquiera.”

 

Así son los intercambios amorosos entre el Señor y Sus devotos.

I. 06. Teatro en la casa de Chandrashekhara

En una oportunidad los devotos se reunieron con el Gran Maestro en la casa de Chandrashekhara para representar una obra de teatro. Se encontraban presentes varios devotos, a quienes Sri Caitanya encargó diferentes papeles en el drama. El primero que entro fue Haridasa. En seguida se presentó Srivasa Pandita, mientras Madre Saci Devi asistía a todos, junto con otras señoras. El Señor Caitanya se vistió como Rukmini y asumió los diferentes humores de la princesa de Vidarbha, terminando así la primera parte del teatro.

 

En la segunda parte, Gadadhara Pandita entró con su amigo Brahmananda. Los dos estaban vestidos como señoras, y Haridasa les preguntó:

 

“¿Quiénes son ustedes?”

 

Brahmananda contestó:

 

“Nuestro destino es Mathura”

 

Srivasa preguntó aun más:

 

“¿Quiénes son sus esposos?”

 

Pero a Brahmananda no le gusto y dijo:

 

“¿Por qué quieres saber eso?”

 

Entonces Srivasa dijo:

 

“¿No es apropiado preguntarle tal cosa?”

 

A lo que, Brahmananda simplemente respondió haciendo un gesto afirmativo con la cabeza.

A continuación Ganga Dasa les preguntó:

 

“¿Dónde se quedaran ustedes esta noche?”

 

Brahmananda, interpretando la pregunta como una invitación, le contestó: ¡Sí! podemos pasar la noche aquí. Pero a Ganga Dasa no le gusto su respuesta y le dijo:

 

“¡No! Ustedes deben irse.”

 

Para suavizar el alterado humor en el cual estaban entrando los devotos, Advaita Acarya dijo que no había necesidad de tantas indagaciones y empezó a cantar.

Complacido con la actitud de Advaita Acarya, el Señor Gadadhara comenzó a bailar. Él estaba vestido como Laksmi Devi y los devotos cantaban canciones apropiadas. Gadadhara lloraba tanto que semejaba a la misma Ganga Devi descendiendo a la tierra.

 

En ese momento, Sri Caitanya apareció vestido como Radharani y comenzó a bailar junto con Nityananda, delante de la bienaventuradaaudiencia que los aplaudía vigorosamente.

I. 07. Ksetra Sannyasa

Así como lo hizo el Gran Maestro, Gadadhara Pandita también tomó la orden de vida renunciante. Además, él acepto los votos de Ksetra Sannyasa, es decir, que debería vivir en el mismo dhama durante toda su vida. Por eso se quedó en Jagannatha Puri, sirviendo a Tota Gopinatha, la deidad en la cual en Gran Maestro entró al partir de este mundo. Aunque Gadadhara Pandita tenía solamente 48 años, cuando el Gran Maestro partió para Su lila eterno, Gadadhara se volvió viejo muy rápidamente. Él ni siquiera lograba extenderse para poner la guirnalda a la deidad de Tota Gopinatha. Misericordiosamente, la deidad se sentó y permaneció en esa posición, para que Gadadhara la pudiera servir. Gadadhara Pandita también dejo este mundo entrando en la deidad de Tota Gopinatha, de la misma manera que el Gran Maestro.

 

Intenso deseo

 

Sri Caitanya tenía un intenso anhelo de visitar Vraja-vrndavana. Quiso ir a Vraja desde Gaya, pero en esa ocasión, finalmente decidió regresar a Bengala. Después de hacerse monje, también quiso ir a vivir en Vraja, pero de conformidad con el deseo de Su madre, se estableció en Puri. Ahora, una vez más, el deseo de visitar a Vraja-dhama capturó y atormentó Su mente con gran fuerza, y no le abandonaba ni por un momento. Cuando escuchó la noticia, el Rey Prataparudra se sintió muy intranquilo. De inmediato llamó a Sarvabhauma y a Ramananda-raya, y les pidió que hicieran todo lo necesario para que el Gran Maestro no saliera de Puri. Después de consultar entre ellos, Sarvabhauma y Ramananda pidieron a Sri Caitanya que aguardara en Puri hasta el otoño. Ellos dijeron: “La parte alta de India es muy fresca en el mes de Karttika. Lo más apropiado sería visitar Vraja-vrndavana a principios del próximo año”. Ambos presentaron una excusa tras otra, hasta que el Gran Maestro Sri Caitanya decidió complacer sus deseos.

 

Sri Caitanya permaneció en Puri

 

Gadadhara Pandita y algunos otros devotos permanecieron en Puri para asistir al Gran Maestro Sri Caitanya. Srivasa Pandita fue designado para llevar ropas y Maha-prasadam del Señor Jagannatha a Saci-devi. El Gran Maestro dijo: “Por favor, póstrate ante Mi madre y en Mi nombre implora su perdón, porque en lugar de servirle, me convertí en un monje. Como hijo, he fallado en Mi deber hacia ella. He actuado como un loco, pero una madre jamás ve faltas en su hijo loco. Yo estoy en Puri por su deseo e instrucciones, pero la visitaré ocasionalmente. En realidad, en Mi cuerpo sutil trascendental, la visito todos los días. Por favor recuérdale que durante el pasado festival de Vijaya-dasami, ella cocinó varios vegetales deliciosos que Yo saboreé plenamente. Cuando hizo la ofrenda a las Deidades, lloró al recordar que eran Mis preparaciones favoritas. Así que me presenté allí, y comí todo lo que había cocinado y ofrecido. Cuando enjugó sus lágrimas, no podía comprender qué había sucedido. Pensó que quizás un animal salvaje entró y devoró las preparaciones, o que tal vez, después de todo, no había ofrecido alimento alguno. Por consiguiente, regresó a la cocina, cocinó una vez más y repitió la ofrenda. ¡Por favor, recuérdale ese incidente para que crea en Mis palabras!”.

 

Así, en el año 1514, después de cinco años como monje, cuando el magno festival de las carrozas del Señor Jagannatha había concluido y los devotos habían regresado a Bengala; el Gran Maestro Sri Krsna Caitanya repentinamente expresó su decisión de viajar a Vraja-vrndavana. Él manifestó: “Iré a Vraja a través de Gauda-desa. Visitaré a Mi madre y al río Ganges, antes de proseguir hacia Vraja”. El día de Vijaya-dasami, salió de Puri para ir a Vraja-dhama a través de Bengala, seguido por una gran multitud de devotos y admiradores. Partió temprano en la mañana, acompañado de Svarupa Damodara, Paramananda Puri, Jagadananda, Mukunda Datta, Govinda, Ramananda-raya y muchos otros devotos. Con anterioridad, Sri Caitanya había pedido a Gadadhara Pandita que cuidara a la Deidad de Tota Gopinatha y le ordenó que permaneciera en el Templo de la Deidad. Sin embargo, en contra de Sus deseos, Gadadhara Pandita siguió al Gran Maestro, sintiéndose incapaz de soportar la más leve separación de Él.

 

Gadadhara quiso seguirlo

 

Cuando el Gran Maestro estaba saliendo de Jagannatha Puri, Gadadhara Pandita quiso seguirlo y abandonar sus votos de Ksetra Sannyasi. Pero el Gran Maestro le dijo que no lo podría permitir, porque Él sería la causa de haber roto sus votos. Aun así, Gadadhara le decía, que todas las reacciones iban a caer sobre su cabeza, y nada pasaría al Gran Maestro. De esa manera, Gadadhara Pandita decidió romper su Ksetra Sannyasa, pero para no molestar a Sri Caitanya, le dijo que iba sólo, y que sería completamente responsable por haber roto su propio voto. Así, manteniendocierta distancia, se dirigió hacia Navadvipa, para ver a Saci Mata. Cuando llegaron a Kataka, el Gran Maestro le pidió que se acercara y que siguiera el camino en Su compañía. Así, pudieron hablar y Sri Caitanya le predicó acerca de la importancia de mantener los votos. El Gran Maestro le instruyó que regresara a Jagannatha Puri y siguiera con su servicio a Gopinatha. Diciendo eso, Sri Caitanya subió en un barco y partió.

 

Allí se quedó Gadadhara Pandita, inconsciente, en un océano de lágrimas. El Gran Maestro le dijo a Sarvabhauma Bhattacharya que lo ayudara. Sarvabhauma dijo:

 

“¡Párate Gadadhara! ¿Acaso no sabes que Krsna mismo ha roto su promesa por causa del abuelo Bhisma? De la misma manera, Sri Caitanya te está protegiendo.” Escuchando esas sabias palabras, Gadadhara Pandita se paró y siguió de regreso a Jagannatha Puri, junto con Sarvabhauma Bhattacharya.

I. 08. Sri Caitanya no podía vivir sin Él

En la introducción al libro el Señor Dorado, de Srila Bhaktivinoda Thakura, hacemos el comentario:

 

Sri Krsna Caitanya Mahaprabhu pasó Sus últimos días experimentando la separación en el amor. Sólo Sri Gadadhara Pandita, quien es el svarupa, la forma original de Radharani, pudo proporcionar el vino del Krsna lila para embriagar a Mahaprabhu y darle algún alivio.

 

Cuando Gadadhara acudía al lado de Mahaprabhu, Él regresaba a la dulce unión del Krsna lila y durante algún tiempo permanecía en esa apacible condición.

 

Sri Caitanya Mahaprabhu enseñó que la separación es el principio más excelso de la Divinidad. Srila Bhaktivinoda Thakura comentó en una oportunidad: “No puedo soportar por más tiempo la separación de Krsna. Sólo podré continuar así dos o tres días más, y luego tendré que abandonar este cuerpo. Imploro que Sri Gadadhara Pandita me acepte en su servicio de inmediato, porque no puedo permanecer por más tiempo en este mundo alejado de Él. ¿Cuántas lágrimas más tendré que derramar antes de que él me conceda su mirada?”.

I. 09. Srivasa llora por Gadadhara

Cierta vez, cuando Srivasa estaba viajando, poco antes de llegar a Yajpura, él supo acerca de la partida de Gadadhara. Srivasa cayó inconsciente al piso y el vaisnava que lo acompañaba, agarrando sus pies, intento traerle de vuelta a sus sentidos. Cuando Srivasa regresó a la conciencia, pasó toda la noche ayunando, y a la mañana siguiente estaba muy débil. El devoto imploró a Srivasa que comiera, para tener fuerzas y poder ir a Gauda. Srivasa estuvo llorando por todo el camino.

 

Cuando llegó a Navadwip, Srivasa paró delante de la casa de Gadadhara y gritó su nombre desesperadamente. Él ayunó durante cuatro días más, pero por si mismo realizó que no podría hacer muchas austeridades con el estomago vacio. Así que colectó un poco de arroz y se sentó en las orillas del Ganges. En el octavo día él estaba más débil que nunca. Fue en ese entonces que se encontró con Vamsivadana Dasa, un devoto que también pasaba sus días en gran lamentación por la separación de Gadadhara Pandita. Srivasa se presentó diciendo: “Mi nombre es Srinivasa, soy de Yajigrama, y el Gran Maestro me instruyó que aprendiera el Srimad Bhagavatam de Gadadhara; pero como soy muy desafortunado, perdí mi chance.” Entonces, comenzó a llorar.

II. 01. Las Ramas

En el Sri Caitanya Caritamrta en el Gaura Ganodesa Dipika se explica que los asociados del Señor Caitanya forman un árbol lleno de ramas. Esas ramas son los asociados de los devotos principales. Las ramas de Gadadhara Pandita son:

 

Sri Dhruvananda – quien era Lalita en el Krsna Lila

Sridhara Brahmacari – quien era Candralatika en el Krsna Lila

Haridasa Brahmacari

Raghunatha Bhagavatacarya

Ananta Acarya

Kavi Datta – quien era Kalakhanti en el Krsna Lila

Nayana Misra – quien era Nitya Manjari en el Krsna Lila

Gangamantri – quien era Candrika en el Krsna Lila

Mamu Thakura – quien era el sobrino de Nilambara Chakravarti, el abuelo del Gran Maestro Sri Caitanya. Después que Gadadhara Pandita dejó este mundo, fue ese devoto quien siguió como el sacerdote de la deidad de Tota Gopinatha. En el Krsna Lila él era Rupa Manjari y desde él surgen otras ramas:

Raghunatha Gosvami

Ramachandra

Radhavallabha

Krsnajivana

Syamasundara

Santamani

Harinatha

Navinachandra

Matilala

Dayamayi

Kunjavihari

Kanthabharana – quien era Gopali en el Krsna Lila

Bhugarbha Gosani – quien era Prema Manjari en el Krsna Lila.

Bhagavata Dasa

Vaninatha Brahmacari

Vallabha Caitanya Dasa

Srinatha Cakravarti

Uddhava

Jitamrta – quien era Syama Manjari en el Krsna Lila

Jagannatha Dasa

Sri Hari Acarya – quien en el Krsna Lila era Kalaksi

Sadipuriya Gopala

Krsnadasa Brahmacari – quien era Indulekha en el Krsna Lila

Puspagopala – quien era Svanargramaka en el Krsna Lila

Sriharsa

Raghu Misra – quien era Karpura Manjari en el Krsna Lila

Laksminatha Pandita – quien era Rasonmada en el Krsna Lila

Bangavati Caitanya Dasa – quien era Kali en el Krsna Lila

Raghunatha – quien era Varangada en el Krsna Lila

Amogha Pandita

Hastigopala

Caitanya Vallabha

Yadu Ganguli

Mangala Vaisnava

Shivananda Chakravarti – quien era Labanga Manjari en el Krsna Lila

II. 04. Vallabha Bhatta

Cierto día, un gran escolástico llamado Vallabha Bhatta vino a visitar el Señor Caitanya en Jagannatha Puri. El Gran Maestro le recibió con un gran abrazo, considerándole un gran devoto.

 

El devoto entonces comenzó a glorificar el movimiento de sankirtana del Gran Maestro. Vallabha le dijo que solamente una persona llena de devoción podría haber hecho tal movimiento.

 

El Gran Maestro contestó: “Yo soy un sannyasi mayavada, y todo lo que estoy predicando vino de Ramananda Raya, quien de hecho es un gran devoto”.

 

Vallabha Bhatta, lleno de orgullo, le dijo al Gran Maestro que también podría explicarle acerca de la devoción a Radha y Krsna; pero el Gran Maestro, le cambió la modalidad al decirle todo lo que constituye la concepción más elevada de Bhakti.

Vallabha quedó atónito y quiso conocer a los devotos del Señor, que le estaban visitando en Jagannatha Puri, y habían venido de muchos otros estados y ciudades de Bengala.

 

Al ver centenas de devotos, Vallabha Bhatta fue uno por uno y les prestó reverencias.

 

Unos días después del Festival de las Carrozas, Vallabha se acercó al Gran Maestro con una petición: “¿Puedo leer mi interpretación de un verso del Srimad Bhagavatam?”

 

El Señor contestó: “Yo casi no tengo tiempo para cantar el número de japas prescritas, y tampoco tengo interés en diferentes interpretaciones. ”

 

La fe y devoción de Vallabha cambió al recibir el rechazo del Gran Maestro. Él también fue rechazado por los devotos, y nadie quería oírle.

 

Pero Gadadhara Pandita le mostró su misericordia, orando al Señor que le permitiera escuchar, sin sufrir ninguna reacción. Aun así, los devotos se enojaron con Gadadhara, por haberle dado la misericordia a Vallabha.

 

Vallabha seguía con su ego de que había comprendido el Bhagavatam, incluso mejor que Sridhara Swami, el comentador original de esa escritura.

 

El Señor Caitanya se enojó tanto con ese comentario que dijo: “Aquel que no respeta el swami – el esposo – es una prostituta”.

 

Cuando regresó a su casa, en la noche, Vallabha se llenó de humildad y cuestionó su comportamiento. Así que fue a pedir perdón.

 

Vallabha Bhatta había sido iniciado en el Bala Gopala Mantra y adoraba al Señor Krsna como niño. En la asociación de Gadadhara Pandita su nivel de devoción ha evolucionado para que pudiera hacer su adoración a Kishora Gopala. Vallabha Acarya quería recibir iniciación de Gadadhara Pandita, pero él le dijo: “El trabajo de actuar como un maestro espiritual no es para mí. Yo soy completamente dependiente del Gran Maestro Sri Caitanya y no puedo hacer nada independiente, nada que no esté bajo Sus dulces instrucciones.

II. 05. Lokanatha

Lokanatha en el Krsna lila era Manjulali, la gopi que decoraba a Radha y siempre estaba con Ella. Cuando eso le fue revelado a Lokanath por el Gran Maestro Sri Caitanya, el Señor Gadadhara estaba allí. Su discípulo, Bhugarva le preguntó:

 

¿Puedo ir a Vrndavana con Lokanath? Entonces el Gran Maestro dijo a Gadadhara:

“Gadai, déjelo ir.” A lo que Gadadhara contestó: “Vayan los dos, y por el camino, hablen del Krsna Lila.”

 

Bhugarva y Lokanath, lloraban intensamente cuando estaban saliendo. Aunque ellos mismos habían pedido partir, sentían el peso de la separación.

 

Bhugarva Mahasaya es Nandimukhi en el Krsna Lila, y de la misma manera que Nandimukhi es muy amiga de Manjulali, Bhugarva también era muy amigo de Lokanath. Bhugarva Acarya es un hombre de excelentes cualidades y el discípulo favorito de Gadadhara Pandita.

II. 06. Pundarika Vidyanidhi

Cierta vez, en Navadvipa, inmerso en un profundo arrebato devocional, Sri Caitanya comenzó a gritar:

 

“¡Oh Mi padre Pundarika! ¡Oh Mi padre Pundarika! ¿Cuándo te veré otra vez?”

 

De esta manera, el Gran Maestro comenzó a revelar Su profundo amor por uno de Sus más íntimos compañeros. Ninguno de los devotos comprendía el significado, pero estaban seguros de que esa personalidad tenía que ser un asociado muy confidencial del Gran Maestro. No dejaban de preguntarse quién sería ese Pundarika. Cuando el Gran Maestro salió de Su éxtasis, los devotos indagaron:

 

“¿Por quién te lamentabas? ¿Quién es esa persona? ¿Qué hace? Por favor, dinos para que tengamos la dicha de conocerle”.

 

“Ustedes son sumamente afortunados por sentir el deseo de conocerle y escuchar acerca de él”, contestó el Gran Maestro.

 

“Las actividades y el temperamento de Pundarika, son exclusivamente puros y maravillosos. Simplemente por escuchar su nombre, el mundo entero sería purificado. Aparenta ser un hombre ordinario, y esconde por completo su verdadera identidad como un devoto exclusivo del Señor. Es un erudito muy sabio”.

 

Sri Caitanya continuó: “Pundarika es un Brahmana oriundo de Chattagrama, en el Distrito de Bengala Oriental. Lleva a cabo sus deberes religiosos con devoción plena y es respetado por todos.

 

Flota perennemente en el océano del amor por Krsna y su cuerpo exhibe constantemente diversos síntomas extáticos, tales como estremecimientos, llanto, temblores, y otros síntomas. Se sentía muy herido cuando veía la falta de reverencia de la gente hacia el sagrado Ganges, lavando allí sus bocas, ropas, enseres y otras cosas inmundas. Él jamás entró en el Ganges para darse un baño como hacían los demás, y evitaba tocar las aguas con sus pies. Para eludir las multitudes, visitaba el sagrado Ganges tarde en la noche para ofrecer sus respetos”.

 

El Gran Maestro prosiguió: “Por favor escuchen acerca de otra maravillosa característica de Pundarika. Él siempre bebe agua del Ganges antes de adorar al Señor. Jamás lleva a cabo ningún deber religioso sin antes tocar las sagradas aguas del Ganges. Actualmente reside en Chattagrama, y pronto vendrá a Navadvipa.

 

Debido a su apariencia extraordinariamente suntuosa, nunca podrán reconocerle como un devoto, ya que fácilmente se le confunde con un rico materialista. Me siento muy afligido porque no puedo verle. Así que por favor, tráiganle aquí cuando llegue a Navadvipa”.

 

Una vez, más Sri Caitanya se sumergió en profundo éxtasis y comenzó a exclamar:

“¡Mi padre Pundarika! ¡Cuándo veré a Mi padre Pundarika!”.

 

En realidad, el Gran Maestro estaba llamando “Padre” a Pundarika Vidyanidhi, mientras permanecía absorto en el profundo sentimiento de Sri Radha. Por lo tanto, se le considera como el padre de Sri Radha, el Rey Vrsabhanu de Vraja. Cuando Sri Caitanya se lamentaba de esta manera, Pundarika inesperadamente decidió visitar Navadvipa. Arribó allí con muchos discípulos, pero permaneció de incógnito. Todo el pueblo de Navadvipa consideró que era un materialista derrochador, totalmente dedicado al disfrute suntuoso. De esa manera, Pundarika permaneció en Navadvipa, pero a los ojos del público ordinario, no era más que un disfrutador mundano.

Mukunda Datta

 

Nadie, con excepción de Mukunda, sabía que Pundarika Vidyanidhi se encontraba en Navadvipa. Como era oriundo de Chattagrama, Mukunda conocía las cualidades y el insondable amor devocional de Pundarika. Cuando se enteró de la llegada de Pundarika, su gozo no tuvo límites. A la primera oportunidad, Mukunda le dijo a su querido amigo Gadadhara Pandita: “Escucha Gadadhara, perennemente anhelas la asociación de un devoto puro. Ahora, un gran devoto ha llegado a Navadvipa. Pienso que hoy tu deseo será colmado. Hoy te llevaré a ver a ese devoto extraordinario, y como muestra de agradecimiento, espero que me permitas convertirme en tu sirviente”

 

Cuando Gadadhara Pandita escuchó la noticia, se llenó de entusiasmo y se sintió ansioso por conocer a este gran devoto del Señor.

 

Cuando llegaron donde Pundarika, éste se encontraba cómodamente sentado en un lujoso sillón, pero se levantó de inmediato para saludar a Mukunda y a Gadadhara, ofreciéndoles a continuación asientos suntuosos. Gadadhara Pandita ofreció sus respetos y ocupó su asiento. Al ver la refulgencia de Gadadhara Pandita, Pundarika le preguntó a Mukunda, “¿Cómo se llama y cuál es su procedencia? Puedo ver que es un gran devoto del Señor.

 

El servicio devocional

 

Mediante el servicio devocional al Señor Visnu, su figura y su porte se han tornado sumamente hermosos y encantadores de contemplar”. Mukunda contestó: “Su nombre es Gadadhara, el hijo de Sri Madhava Misra. Desde su niñez, tuvo completo desapego por la vida familiar y se dedicó de lleno al servicio devocional. Sólo se asocia con los devotos. Cuando escuchó hablar de usted, sintió un profundo deseo de conocerle”.

 

Un príncipe real

 

El gran devoto Pundarika parecía un príncipe real. Su cama, hecha de metal, estaba primorosamente tallada en bronce y exquisitamente decorada con lámparas colgantes. Él se reclinó en la valiosa cama cubierta de sedas acentuadas con detalles de cordones; descansando su espalda en almohadones de seda bordados. Una lujosa y elegante cortina en el fondo agregaba aún más dignidad a su esplendor. El exquisito mobiliario de teca, dispuesto en un estilo clásico y elegante, era una verdadera obra de arte. Dos espejos bellamente enmarcados y soberbiamente decorados con filigranas de oro, adornaban los lados. Ocasionalmente, Pundarika se miraba en ellos y sonreía. A cada lado, y a su alcance, había unas enormes jarras doradas con agua. Los exóticos arreglos florales esparcían su fragancia, dándole un toque final a la seductora atmósfera, haciéndola aún más celestial. Frente a él se había colocado un plato dorado lleno de especias dulces, y sus labios habían enrojecido al mordisquearlas.

 

Pundarika estaba todo decorado

 

Su frente estaba decorada con Tilaka brillante, hecha de aromática pasta de sándalo. Sus cabellos eran rizos y habían sido ungidos con aceites perfumados de dulce fragancia. Llevaba finas vestimentas de seda que resplandecían delicadamente. Estaba decorado con exclusivas gemas de brillo excepcional, y joyas de exquisitos diseños. Sus suaves y cuidadas manos estaban magníficamente decoradas con anillos de valiosas gemas, los cuales rutilaban cuando sus manos se movían llenas de gracia. Se veía sumamente majestuoso mientras jugaba con su bigote sin cesar. Dos de sus sirvientes le abanicaban ininterrumpidamente con plumas de pavo real. Parecía el Cupido personificado. Toda la decoración interior y los diversos enseres, formaban un conjunto encantador, fastuoso y de un gusto particularmente exquisito. En conjunto, el decorado era un espectáculo digno de contemplar.

 

Gadadhara Pandita, renunciante por naturaleza, se sintió cohibido al observar el ambiente suntuoso y la majestuosa opulencia de Pundarika. Se volvió receloso y al instante, ciertas dudas acerca del carácter de Pundarika entraron en su mente:

 

“¿Qué clase de devoto es éste que vive con tanto derroche en una atmósfera tan lujosa? Cuando me hablaron de él, sentí profundos deseos de conocerle. Pero ahora, al ver este disfrute, todos estos placeres, extravagancias y opulencias, estoy confundido y dudo”. Al comprender lo que pasaba por la mente de su amigo Gadadhara, Mukunda aprovechó la oportunidad para revelar la verdadera identidad de Pundarika, cantando un verso del Srimad Bhagavatam.

 

Las canciones de Mukunda

 

Muy melodiosamente, Mukunda comenzó a cantar acerca de la inconcebible compasión de Krsna con la demonia Putana: “¿Quién puede ser más misericordioso y tolerante que Krsna, quien le concedió a la demonia Putana la elevada posición de una nodriza? ¡Oh mi Señor! ¿Cómo no refugiarme en Ti? Tú liberaste a la bruja Putana, quien vivía sedienta de la sangre de niños pequeños. Tan infiel e inmisericorde era, que preparó un letal veneno y untó con él sus pechos con la perversa intención de amamantarte, y de ese modo, darte muerte. ¡Mi Señor! Aun así, Tú le concediste la sublime posición de una de Tus nodrizas, simplemente porque llegó con aparente afecto maternal para amamantarte con su leche, letalmente venenosa. ¡Oh! ¿Cómo podría comprender este misterio?”.

 

El amor extático

 

Tan pronto como las conmovedoras y emotivas palabras de Mukunda rozaron sus oídos, Pundarika Vidyanidhi fue arrebatado por el amor extático a Krsna, causado por su propia compasión. Lágrimas de gozo agitaron sus ojos y bañaron sus mejillas como las olas del Ganges. Cayó de su asiento y rodó por el suelo llorando profusamente. Comenzó a exhibir ilimitados y sensacionales síntomas de devoción. Sollozaba, rodaba por el piso, se estremecía, temblaba, rugía, gritaba, y por último, cayó sin sentido. Al observar esta inesperada y emocionante escena de amor divino manifestada por Pundarika, Gadadhara Pandita palideció y quedó estupefacto. De improviso, Pundarika recuperó el conocimiento y gritó: “¡Habla! ¡Habla Mukunda! ¡Continúa hablando!”

 

Emociones del Éxtasis

 

Luego, el insigne Pundarika, totalmente agitado por las emociones del éxtasis, comenzó a patear todo lo que estaba a su alcance. Los suntuosos ornamentos y enseres se estrellaron contra el piso, cuando él, totalmente enloquecido, comenzó a patearlos. Las glamorosas decoraciones y los brillantes ornamentos de bronce se esparcieron por doquier en el suelo. Las lustrosas jarras de agua y los platones exquisitamente decorados llenos de especias dulces, se precipitaron contra el suelo originando un completo desorden. Los exóticos arreglos florales volaron por el aire y las flores se desparramaron cual místicas ofrendas enviadas desde el cielo. Las brillantes almohadas de seda y los magníficos almohadones bordados, también volaron por los aires. Pundarika continuó rodando por el suelo llorando y sollozando. Rasgó sus costosas vestimentas de seda, y como un loco se halaba el cabello que había sido arreglado con tanto esmero. Su hermoso rostro encantador se volvió todavía más atractivo y glorioso cuando comenzó a exclamar:

 

“¡Oh Krsna! ¡Oh mi Señor! ¡Oh alma de mi vida! Tú has hecho mi corazón duro como una roca”, gritaba Pundarika, cayendo pesadamente al suelo. Luego, comenzó a golpear su pecho, lloraba lastimeramente y exclamaba a toda voz: “¡Oh encarnación supremamente misericordiosa! ¡Tú me has privado de Tu asociación!”

 

Llorando de esta manera, comenzó a temblar violentamente y volvió a patear todo lo que estaba al alcance de su vista. Sus discípulos y otros devotos, no lograban controlarle. Como no sabían qué hacer en semejante situación, se preocuparon seriamente. La tormenta de amor extático continuó por largo tiempo. Finalmente, cayó inconsciente al suelo y permaneció en ese estado de bienaventuranza espiritual, sin respirar. Cayó en un profundo trance de éxtasis que duró seis horas.

 

Gadadhara Pandita

 

Gadadhara Pandita estaba desconcertado y profundamente preocupado, pensando: “¡Oh, qué inauspicioso se ha vuelto mi destino! ¡Oh mi Señor! He cometido una grave ofensa contra Tu devoto exclusivo”. Cavilando de esta manera, Gadadhara Pandita abrazó a Mukunda: “¡Eres un verdadero amigo, Mukunda!”, exclamó Gadadhara llorando a lágrima viva. “Me has presentado un devoto sumamente exclusivo del Señor. Ciertamente uno se purifica al ver este comportamiento devocional. Es muy difícil encontrar en toda la creación a un devoto tan magnánimo como Pundarika”. Gadadhara Pandita continuó:

 

“¡Mukunda! Hoy me has salvado del grave peligro de cometer otras ofensas, porque tú estabas a mi lado. Cuando vi todas esas suntuosidades y adornos exóticos, estaba totalmente convencido de que era un devoto materialista, condicionado por los placeres mundanos. Captando la contaminación de mi mente, tú me has revelado, por tu gran bondad, las profundidades y la inmensidad del amor por Dios de Pundarika Vidyanidhi. ¡Oh mi querido Mukunda! Hoy he ofendido a este gran devoto. Sólo por tu misericordia, este horrendo comportamiento mío ha sido atenuado. Puesto que tú me has presentado a este devoto tan ilustre, yo aceptaré de él la iniciación espiritual y seguiré sus instrucciones en el servicio devocional”.

 

Algunas horas después, Pundarika Vidyanidhi recuperó el conocimiento.

 

Gadadhara y Pundarika

 

Cuando Pundarika Vidyanidhi vio que Gadadhara Pandita lloraba incesantemente, empapando sus vestimentas con lágrimas de arrepentimiento, abrazó a Gadadhara Pandita de inmediato. Comprendiendo lo que Gadadhara pensaba, Mukunda dijo:

 

“La duda surgió en la mente de este joven devoto cuando vio su exótico y mundano entorno. Él es un devoto excelente. Aunque muy joven, es muy maduro. Él necesita desesperadamente un maestro espiritual eminente como usted. Por favor, Maestro mío, tome en consideración mis pensamientos y otórguele iniciación a este joven en un día auspicioso”. “El Señor ha dispuesto que conociera a un devoto tan excelso como Gadadhara”, replicó Pundarika sonriendo, ésa es mi gran fortuna. Debido a los méritos piadosos que he acumulado, ahora se me ofrece la oportunidad de tener un discípulo consagrado como Gadadhara. Ciertamente complaceré tu deseo. En el doceavo día de la luna creciente, cumpliré tu intenso anhelo”, afirmó Pundarika con un corazón regocijado.

 

Cuando él y Mukunda se despidieron y ofrecieron sus respetos a los pies de Pundarika, Gadadhara Pandita se sintió inmensamente feliz. Mukunda y Gadadhara Pandita informaron a Sri Caitanya del arribo de Pundarika y le relataron su conmovedor pasatiempo con él. Cuando Sri Caitanya El Gran Maestro, escuchó las nuevas, se llenó de júbilo. Pundarika Vidyanidhi, dejando a sus discípulos, fue a ver al Gran Maestro en la noche, sin que nadie lo viera.

 

 

 

Pundarika y el Gran Maestro

 

Cuando Pundarika vio a Sri Caitanya, una corriente de amor extático sacudió su cuerpo y se postró en el suelo cuan largo era para ofrecer sus respetos. Inmerso en las oleadas del éxtasis, permaneció en el suelo durante algún tiempo. Poco después recuperó el sentido y comenzó a llorar, exclamando: “¡Oh Krsna! ¡Oh mi querido Krsna! Tú eres mi Señor y mi padre. Soy un gran ofensor a Tus pies de loto. Por favor castiga a este indigno miserable. Tú has liberado a todos en este mundo, pero a mí me has privado de Tu gracia”. Al escuchar estos lastimeros gritos de Pundarika, todos los devotos allí reunidos estallaron en llanto.

 

El abrazo del Gran Maestro

 

Sri Caitanya, quien de manera especial se siente atado por el amor de Sus devotos exclusivos, y quien ahora se encontraba una vez más con este devoto tan querido, abrazó fuertemente a Pundarika y comenzó a llorar: “¡Oh Mi Padre Pundarika! Por fin has venido!” Mientras Sri Caitanya abrazaba a Pundarika, se empaparon mutuamente con sus lágrimas de gozo. Sri Caitanya continuaba abrazando a Pundarika como si quisiera fundir Su cuerpo en el cuerpo de Pundarika. Permanecieron como una estatua, abrazándose durante largo tiempo. Luego, ambos, cayeron en éxtasis y experimentaron un océano de bienaventuranza. Inesperadamente, Sri Caitanya salió de Su éxtasis y comenzó a derramar torrentes de lágrimas, y a gritar una y otra vez el Divino Nombre del Señor Krsna. Finalmente dijo: “¡Hoy se me ha bendecido inmensamente! El Señor Krsna ha sido muy misericordioso conmigo. Ha colmado un deseo que por largo tiempo había acariciado. ¡Finalmente me he reunido con la persona que Mi corazón anhelaba!”

 

La escena del encuentro de Sri Caitanya con Su devoto exclusivo Pundarika, fue verdadera mente encantadora y cautivante. Todos los devotos allí congregados quedaron atónitos al presenciar este conmovedor encuentro. Sus ojos no podían creer lo que presenciaban y las lágrimas manaban de ellos sin cesar. No hay pluma capaz de describir esa amorosa reciprocidad entre el Señor y Su devoto.

 

 

Devotos afortunados

 

Aquellos que presenciaron ese encuentro se consideraron sumamente afortunados. En sus corazones nació un profundo afecto por Pundarika Vidyanidhi y se sintieron muy cerca de él. Luego, Pundarika conoció al resto de los devotos, los abrazó a todos afectuosamente, y juntos realizaron extáticos Kirtanas. Poco después, Sri Caitanya declaró: “El nombre de este gran devoto es Pundarika Vidyanidhi. El Señor le ha enviado especialmente para distribuir amor por Dios”. Al escuchar estas asertivas y amorosas palabras de Sri Caitanya, los devotos se sumergieron en una felicidad sin límites. Respondieron levantando sus brazos y gritando a toda voz: “¡Hari, Hari!” Fue una escena maravillosa. Los devotos flotaban en olas de éxtasis, inmersos en el amor por Dios. Después de conocer a una personalidad tan excelsa y célebre como Pundarika, los devotos comenzaron a cantar, danzar y abrazarse unos a otros en la locura del amor por Krsna. Su felicidad no tuvo fin.

 

Iniciación con Pundarika

 

Mientras tanto, Gadadhara Pandita pidió permiso a Sri Caitanya para recibir iniciación de Pundarika Vidyanidhi: “¡Yo desconocía las excepcionales actividades y el comportamiento de este gran devoto, y le ofendí!”, explicó Gadadhara Pandita con profunda tristeza. “Ciertamente no hay otra manera de purificarme, excepto implorar iniciación de él. Por consiguiente, deseo convertirme en su discípulo”. Sri Caitanya apreció los sentimientos de Gadadhara Pandita y dijo: “¡Sí, debes hacerlo! ¡Hazlo ya!” Tanto Pundarika, el maestro espiritual, como Gadadhara, su discípulo, son devotos exclusivos del Gran Maestro Sri Caitanya. Todo aquel que escuche acerca de este encuentro extraordinario entre Gadadhara Pandita y Pundarika Vidyanidhi, muy pronto alcanzará la más excelsa bienaventuranza del amor por Dios.

 

Un día Pundarika Vidyanidhi y Svarupa Damodara fueron a ver una obra teatral. En la obra, los Pandas vistieron a Jagannatha con ropas almidonadas, sin lavar. Al ver esto, Pundarika se sintió indignado. Esa noche, mientras dormía, vio en su sueño al Señor Jagannatha y a Balarama. Los dos hermanos se aproximaron a él y comenzaron a abofetearle en ambas mejillas. El Señor Jagannatha le dijo: “¿Cómo te atreves a criticar la obra que Yo ordené?” En su sueño, Vidyanidhi lloraba pidiendo perdón. Cuando se levantó, vio en sus mejillas las evidentes marcas de los dedos de Jagannätha y Balarama, como prueba de que había sido abofeteado por los dos hermanos. A la mañana siguiente, Svarupa Damodara fue a levantarle y le dijo: “¿Por qué te has tardado tanto para ir a ver a Jagannatha? ¡Por favor, ve a contemplar al Señor Jagannatha!” Pudarika Vidyanidhi exclamó: “¡Hoy la mañana ha comenzado bien para mí! ¡Soy muy afortunado, porque las manos de loto del Señor han abofeteado mis mejillas!”.

 

En una de sus hermosas clases, Srila Guru Maharaj ha explicado:

 

“Gadadhara Pandita es la encarnación de Radharani, mientras que Pundarika Vidyanidhi es Vrshabhanu Raj, el padre de Radharani en el Krsna Lila.

 

Pundarika Vidyanidhi es un Paramahamsa. Diferentes devotos vienen a este mundo con un bhajan en particular.”

 

Srila Guru Maharaj continúa:

 

“A Gadadhara Pandita en su juventud le gustaba conocer sadhus. Una vez Mukunda le invitó a visitar a Pundarika y lo llevó ante él. Al ver a Pundarika sentado en una cama ricamente decorada, fumando, con sus cabellos arreglados, y ataviado con finas y bellas vestiduras; Gadadhara pensó: ¿Qué tipo de sadhu es este, al que Mukunda me ha traído a ver?

 

Mukunda sabiendo lo que pasaba por la mente de Gadadhara, empezó a cantar el siguiente verso del Srimad Bhagavatam:

 

aho bakiyam sthana-kala-kutam

jighamsayapayayad apy asadhvi

lebhe gatim dhatry-ucitam tato nyam

kam va dayalum saranam vrajema

(S.Bhag.3:2:23)

 

Ese verso es una conversación entre Uddhava y Vidura: ¿A quién debo adorar si no a Krsna? Él es tan magnánimo que otorgo a Putana la posición de una nodriza, aun cuando ella lo quería envenenar. ¿A quién debo ofrecer tanto respeto como a Él?’

 

Una gran conmoción

 

Ese sloka creó en el corazón de Pundarika una gran conmoción. Él dejo caer su pipa, rompió sus vestimentas, despeino su cabello y empezó a mostrar diferentes tipos de comportamientos extraordinarios. Rodando en el piso, Pundarika repetía constantemente la parte del verso: “kam va dayalum… saranam vrajema… aho bakiyam…” Eso hizo que Gadadhara Pandita reflexionara: ‘”Si el más pequeño sentimiento acerca de la magnanimidad de Krsna ha producido tal intensidad en el corazón de este devoto; entonces él debe ser un gran devoto. Al cambiar su concepción, Gadadhara empezó a comprender la excelsa posición de Pundarika Vidyanidhi.”

III. Su Danta Samadhi

Vaninatha, el hermano menor de Gadadhara Pandita, tuvo un hijo llamado Nayananda. Desde los últimos días de vida del Gran Maestro Sri Caitanya, Nayananda vivió con Gadadhara Pandita, hasta su desaparición. Ya cuando Gadadhara estaba muy débil físicamente, le dio a Nayananda un manuscrito del Bhagavad Gita y una deidad de Krsna, los cuales el Gran Maestro le había regalado. La deidad, Meya Krsna, fue establecida por Nayananda en Bharatpur.

Nayananda no era solamente el sobrino de Gadadhara Pandita, también era su querido discípulo.

 

Cierta vez Nayananda colectó un diente que cayó naturalmente de la boca de Gadadhara y lo guardó. Después que Gadadhara Pandita regresó a su Lila eterno, Nayananda construyó un templo al dente – danta – en Vrndavana, el cual se le conoce como ‘El Danta Samadhi de Gadadhara Pandita’. Allí también están las deidades de Radha Krsna, que reciben el nombre de Radha Gopinatha, puesto que Gadadhara Pandita ha adorado Tota Gopinatha por años.

 

Nayananda se casó cuando ya estaba más viejo y tubo uno hijo llamado Vallabha. Vallabha a su vez dio nacimiento a Ramanatha, quien tuvo dos hijos – Ramacandra y Ramakalyan. Los descendentes de esa familia todavía llevan a cabo los festivales en Bharatpur, principalmente el Festival de la Aparición de Gadadhara Pandita.

El Danta Samadhi de Srila Gadadhara Pandita se encuentra en el Parikrama de Vrndavana a pocos minutos del Templo Gokulananda, a la izquierda, cerca del Keshi Ghata. Las hermosas deidades de Sri Sri Gaura Gadadhara y Sri Sri Radha Gopinatha fueran establecidas en el siglo XVI.

 

Al final del siglo pasado, Bhagavata Bhusana Gurudeva empezó la reconstrucción del Templo, el cual ahora se encuentra perfectamente arreglado y decorado. Las deidades están siendo adoradas con toda devoción, por los devotos que les sirven bajo la guía de Srila Bhagavata Bhusana Gurudeva.

 

Para conocer más acerca de ese hermoso templo y acerca del servicio devocional que se está realizando allí, bajo la guía de Bhagavata Bhusana Gurudeva, entre en el blog del Danta Samadhi.

IV. 01. Por Srila Bhaktivinoda Thakura

Bhaktivinoda instaló bellísimas deidades de Sri Sri Gaura Gadadhara en su Svananda Sukhada Kunja, en Godrumadvipa y compuso estos versos para sus deidades:

 

¡Oh joven Nimai! ¿Cuándo aparecerás delante de mí, y de esa manera robaras mi mente en la floresta de Godruma?

 

Allí, dentro de la cueva de Ananda Sukhada Kunja, está Usted con Sri Gadadhara a su lado izquierdo, radiante y refulgente como oro puro. Con sus bellos cabellos y ataviado con finas ropas como las de un actor de teatro.

 

En pocos momentos Sri Sri Radha Madhava aparecerán e iluminarán toda la escena. Junto con Sus amigos y asociados, Ellos van a bailar, con Sus cuellos decorados con diversos tipos de collares dorados.

 

La misericordiosa Ananga Manjari, agarrando las manos de su sirvienta, me llevara para mostrar mi devoción a Sri Sri Radha Madhava. Mis ojos se encantarán al ver la belleza y dulzura de ambos.

IV. 02. Sri Gadadharastakam por Svarupa Damodara

Él siempre lleva a cabo pasatiempos en Vraja, donde es prominente entre las gopis, quienes son queridas al Señor Hari. El Gran Maestro, el hijo de Saci Devi, es el querido de Gadadhara Prabhu, quien siempre predica acerca del servicio a Radha y Krsna. Yo adoro al gran escolástico y exaltado Maestro Espiritual, Sri Gadadhara Prabhu, quien aparece de manera esplendida, y quien está siempre ocupado en el servicio devocional del Señor.

 

Él está siempre absorto en la meditación de los nueve rasas de servicio devocional, y siempre baila sobre las olas del maravilloso océano de servicio a Sri Caitanya. Él predica el sendero de Raganuga Bhakti y es la persona apropiada para vivir en la transcendental tierra de Vraja. Yo adoro al gran escolástico y exaltado Maestro Espiritual, Sri Gadadhara Prabhu.

 

Los mejores devotos de los pies de loto del hijo de Saci Devi, le ofrecen reverencias y le tratan con mucho respeto. Él es muy querido para el Señor Krsna, quien está sentado en el loto blanco de su corazón, en la forma dorada de Sri Caitanya. Él predica que el Señor ha asumido esta forma para liberar a las entidades vivientes y llevarlas a su posición original de sirvientes del Señor. Yo adoro al gran escolástico y exaltado Maestro Espiritual, Sri Gadadhara Prabhu.

 

La verdad acerca del servicio devocional llevado a cabo en los bosques y cuevas de Vrndavana, fueron reveladas por Él. Sri Gadadhara predica acerca del amor de las gopis, y Él es la personificación de la dulzura del servicio devocional. Los devotos santos toman refugio a Sus pies de loto. Él enseña la verdad de la vida espiritual para todas las entidades vivientes. Yo adoro al gran escolástico y exaltado Maestro Espiritual, Sri Gadadhara Prabhu.

 

Él surge de la manifestación de amor extático del Señor. Está siempre adornado con los ornamentos del amor extático por Dios, y se complace en hacer surgir en el Señor Caitanya las emociones devocionales experimentadas por las gopis. Yo adoro al gran escolástico y exaltado Maestro Espiritual, Sri Gadadhara Prabhu, quien es muy querido por el Gran Maestro Sri Caitanya.

 

Él distribuye el néctar de la dulzura del amor conyugal de las gopis, siguiendo estrictamente las instrucciones de las escrituras. Él es adorado por el rey de los brahmanas y para sus asociados confidenciales, se revela en su verdadera forma como Srimati Radharani.Yo adoro al gran escolástico y exaltado Maestro Espiritual, Sri Gadadhara Prabhu, quien es la expansión de la dulzura del servicio devocional.

 

Él distribuye la dulzura que fluye de los pies de loto de las gopis, encabezadas por Srimati Radharani, quien es la más querida por Krsna. Gadadhara Prabhu está decorado con los ocho síntomas de sattvika bhava, y distribuye el servicio devocional a su adorable Krsna. Yo adoro al gran escolástico y exaltado Maestro Espiritual, Sri Gadadhara Prabhu quien distribuye el servicio devocional a Sri Caitanya con gran placer.

 

Incluso las almas condicionadas se dejan llevar por las olas de devoción espontanea presentadas por Srila Gadadhara Prabhu, obteniendo así el más elevado nivel de servicio devocional. Él parece una abeja loca cuando está embebido en la dulzura de Ujjvala Rasa – el amor conyugal. Yo adoro al gran escolástico y exaltado Maestro Espiritual Sri Gadadhara Prabhu.

 

Esos ocho versos que glorifican a Sri Gadadhara Prabhu, son capaces de distribuir la más excelsa dulzura de servicio devocional, y son como un festival para las gopis. Si lee regularmente estos versos y sirve a los pies de Srila Gadadhara Prabhu, quien es la encarnación de Srimati Radharani, muy pronto estará calificado a obtener la joya de la devoción pura y del servicio a los pies de loto del hijo de Saci Devi, Sri Caitanya.

IV. 03. Srila Guru Maharaj dice

“Yo he escrito este verso que glorifica la posición de Gadadhara Pandita, quien es el más intimo asociado de Sri Caitanya Mahaprabhu. Gadadhara Pandita solía leer el Srimad Bhagavatam en Jagannatha Puri, en el templo de Tota Gopinatha. Mientras lo leía, Su audiencia era Sriman Mahaprabhu, y grandes devotos como Svarupa Damodara y Ramananda Raya”

 

nilambhodhi-tate sada sva-virahaksepanvitam bandhavam

srimad-bhagavati katha madiraya sanjivayam bhati yah

srimad-bhagavatam sada sva-nayanasru-payanaih pujayan

gosvami-pravaro gadadhara-vibhur-bhuyat mad-eka-gatih

 

“En las orillas del ancho océano azul, Gadadhara Pandita solía leer el Srimad Bhagavatam para Sri Caitanya Mahaprabhu, quien estaba sufriendo a causa del gran dolor de la separación interna de Sí mismo – Krshna. Gadadhara Pandita ofrecía el vino del Krshna Lila para intoxicar a Su amigo afligido, y darle alivio. Mientras lo leía, lágrimas eran derramadas de Sus ojos, cuales flores que se ofrecían a las páginas del Srimad Bhagavatam. Pueda el placer de esa refulgente personalidad, Gadadhara Pandita, el mejor entre los Gosvamis, ser el único objeto de mis escritos.”

IV. 04. Sri Godruma Candra Bhajanopadesa

Bhaktivinoda Thakura glorifica a Gaura Gadadhara de la siguiente manera:

 

sruti-varna-dhanadi na yasya krpajanane

balavad-bhajanena vina

tam ahaituka-bhava-patha hi sakhe

bhaja godruma-kanana-kunja-vidhum (12)

 

Sin la fuerte adoración y servicio devocional, la mera escolaridad, el nacimiento en un familia elevada, o la riqueza, no sirven para Gaura Gadadhara. Simplemente adora al Señor Gaura, la Luna de los bosques de Godruma, invocando la misericordia sin causa del Señor. ¡Oh!, amigo, simplemente adora al Señor Gaura, la bella Luna de los bosques de Godruma, a través del sendero de la devoción inmotivada.

 

cala gaura-vanam nava-khandamayam

patha gaurahares caritani muda

lutha gaura-padankita-ganga-tatam

bhaja godruma-kanana-kunja-vidhum (19)

 

Vaya a Navadvipa, la tierra del Señor Caitanya. Lee y recita con gran alegría los maravillosos pasatiempos del Señor Gaura Hari. Deambula en éxtasis en las orillas del Ganges, las cuales son marcadas con las huellas de los pies del Señor Caitanya. Simplemente adora al Señor Gaura, la Luna de los bosques de Godruma. Acuérdate de los maravillosos pasatiempos de Gaura Gadadhara.

 

smara gaura-gadadhara-keli-kalam

bhava gaura-gadadhara-paksa-carah

srnu gaura-gadadhara-caru-katham

bhaja godruma-kanana-kunja-vidhum(20)

 

Conviértete en un sirviente de Gaura y Gadadhara. Escucha a las bellas narraciones acerca de Gaura Gadadhara, y simplemente adore al Señor Gaura, la Luna de los bosques de Godruma.

IV. 05. Padavali

El primo de Gadadhara Pandita, Nayananda Misra, dice:

“Entonces, Gaura Nataraja abraza a Gadadhara Pandita, y los nagaris los observan a distancia, puesto que para los Nadia nagaris es difícil comprender esa intimidad. Solamente por la misericordia de esos dos Señores es que uno puede comprender ese tipo de intimidad, y solamente por la misericordia de Ellos uno puede obtener esa joya del amor. Rasika Gaurasundara es completamente subyugado por el prema de Gadadhara. Flotando en rasa, así habla Nayananda.

IV. 06. Dhamali

Sri Locana Thakura dice:

jaya jaya gadadhara gauranga sundara

eka atma prakata bhava dui kalevara

vrndavane radha-krsna nava-yuva-dvandva/

isanim prakata gadadhara gauracandra

mahabhava svarupa radha vrndavanesvari/

sei ei gadadhara pandita avatari

rasarajamaya murti vrajendra nandana

sei ei gauracandra purna prakatana

Todas las glorias a Gadadhara y Gauranga-sundara. Ellos son una única alma manifestada en dos cuerpos. Radha y Krsna, la pareja siempre joven de Vrndavana, ha hecho su aparición como Gadadhara y Gaurachandra. Radha Vrndavanesvari, la personificación de mahabhava, apareció como Gadadhara Pandita. Y Rasaraja Vrajendranandana se manifestó plenamente como Sri Gaurachandra.

Gadadhara Pandita Lilamrta